Henri Cartier-Bresson, Vida y Obra
Henri Cartier-Bresson
¿Quién fue?
Nació el 22 de agosto de 1908 en el seno de una familia acomodada de París, Henri Cartier-Bresson tuvo siempre el interés por retratar el mundo. De pequeño su tío Louis le enseñaba pintura, una pasión que conservó tras la muerte de este en la Primera Guerra Mundial. Después de terminar su escolarización básica decidió seguir la carrera artística bajo la tutela de diversos artistas, entre los cuales le marcó especialmente André Lhote, un pintor y escultor cubista que despertó su interés por el arte contemporáneo.
El París de los años 20 estaba en plena efervescencia del Surrealismo y Cartier-Bresson tuvo la oportunidad de conocer a artistas de diversas disciplinas y países. Él mismo experimentó con la pintura surrealista, pero nunca llegó a estar del todo satisfecho con sus obras y destruyó la mayoría de ellas; sin embargo, este movimiento artístico influyó decisivamente en uno de los principios de su futura carrera fotográfica: la idea de captar la esencia del momento que inmortalizaba.
¿A qué se dedicó?
Considero como el padre del fotoperiodismo. A lo largo de su carrera, tuvo la oportunidad de retratar a personajes como Pablo Picasso, Henri Matisse, Irène Joliot-Curie, Édith Piaf, Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara. También cubrió importantes eventos, como la muerte de Gandhi, la Guerra Civil Española, donde filmó el documental sobre el bando republicano Victorie de la vie, la SGM, en la que estuvo en la Unidad de Cine y Fotografía del ejército galo o la entrada triunfal de Mao Zedong a Pekín. Cartier Bresson fue el primer periodista occidental que pudo visitar la Unión Soviética, tras la muerte de Stalin.
En 2003, Heinz Bütler dirigió la película suiza Henri Cartier Bresson: Biographie eines Blicks, documental biográfico interpretado por el propio Cartier-Bresson además de Isabelle Huppert, entre otros.
¿Cuál fue su legado?
Fue cofundador de la Agencia Magnum. Su obra fue expuesta en el parisino museo del Louvre en 1955. Junto a su esposa, la también fotógrafa Martine Frank, creó en 2000 una fundación encargada de reunir sus mejores obras, situada en el barrio parisino de Montparnasse.
Sus fotografías, recopiladas en diferentes colecciones (El momento decisivo, El mundo de Henri Cartier-Bresson), se definen por el rigor de su composición, la yuxtaposición de elementos y por un sentido estético de la composición derivado de su experiencia en las artes plásticas.
Al teorizar sobre la fotografía, exaltó lo que él llamaba el «momento decisivo», que el fotógrafo debe descubrir sobre el terreno y en el que capta aquel instante único y significativo, cuando la escena adquiere su máximo sentido expresivo. Por lo que respecta a su técnica, se basó en positivar los negativos completos, sin encuadres ni recortes. Expuso en Nueva York (1946 y 1967), Londres (1955), París (1967 y 1969) y Madrid (1983). A partir de 1973 se dedicó con preferencia al dibujo.






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